viernes, 15 de abril de 2011

P.N. de Monfragüe y los Barruecos



Estudios de cigüeña negra, Ciconia nigra
Grafito sobre papel, 21 x 29'7 cm.


El pasado fin de semana, aprovechando la inauguración de la expo de Cáceres, visité el Parque Nacional de Monfragüe, lugar este de gran valor ambiental y de muy fácil acceso, tanto es así, que las especies emblemáticas del bosque mediterraneo, que he observado, se veían desde la carretera que cruza el espacio natural.

Sobre estas líneas os muestro los estudios morfológicos de la cigüeña negra que está incubando frente al mirador de La Fresneda. Estuve un par de horas y sólo se levantó una vez para girar los huevos. Su pareja no apareció.

Poco más arriba de este nido habia otro, que mostraba una estampa de gran belleza, lástima que no está ocupado.


Estudio de Buitre leonado, Gyps fulvus
Grafito sobre papel, 21 x 29'7 cm.


Poco más adelante, en La Portilla del Tiétar, pude observar un nervioso pollo ya crecido de Búho real, Bubo sp, y a uno de sus progenitores. La oquedad que le sirve de hogar tiene una serie de rocas y vegetación a modo de baranda; se encuentra a tiro de piedra de la buitrera de La Portilla. En este enclave pude observar una veintena de buitres adultos, la mayoría en sus nidos, algunos incubando, otros cuidando a sus retoños y también algunos individuos solteros.
Los resultados conseguidos al realizar estos estudios (sobre el texto) no fueron tan satisfactorios como en el caso de los realizados de la cigüeña negra en La Fresneda. Costaba un poco llegar a los niveles de concentración necesarios para realizar estos trabajos con el deambular de los visitantes del Parque (relativamente silenciosos), pues en este lugar estaban más concentrados por la facilidad en la observación de los buitres criando.



Estudios de Somormujo lavanco, Podiceps cristatus
Grafito y acuarela sobre papel, 21 x 29'7 cm.


Al día siguiente nos dirigimos al Monumento Natural de Los Barruecos, en la cercana localidad de Malpartida de Cáceres.

Todo el que visita este lugar queda fascinado por los gigantescos domos graníticos con la decena de nidos de cigüeña, Ciconia sp, que los rematan, engrandéciendolos aún más, pero por mi parte, me atrajeron muchísimo las cuatro parejas de somormujos lavancos que ocupan la laguna que se encuentra a los pies del promontorio rocoso. Una de las parejas se encontraba en el tramo final de su elaborado ritual de cortejo, pude observarlo una sola vez. Mientras otra, la más cercana a la orilla en la que me encontraba, se afanaba en las labores de crianza de los pollos. Realicé una serie de dibujos, estudiando la morfología de este estilizado y bello ave y empecé a mascullar ideas para futuros bronces.

Sin lugar a dudas, un fin de semana satisfactorio que intentaré repetir en breve.